lunes, 1 de abril de 2013

"Rio"


Ese interminable verano.
 La temperatura superando los cuarenta. 
El escaso aire entre el pavimento 
y las gotas de sudor alcoholizadas. 
Ya me lo imagino. 
No quedaba otra que la maravillosa y venerada agua.
Agua es vida! 
Y también hay que pedirle perdón, agradecerle y cuidarla.
 Y el agua tiene sed y tiene hambre,
 y en lo inesperado, en lo efímero de un suspiro,
 sació su apetito. 
Una tormenta se alzó en el cielo 
y un cometa azul eléctrico voló en un torbellino de colores. Energía!
Todo quedó paralizado,
 era como que el calor empezaba a amainar.
 Y entre recuerdos, risas y lágrimas 
comenzaba un nuevo otoño.





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