Todo escritor en algún
momento de la vida
ha de escribirle al
mar.
Hoy es mi oportunidad.
Atravesé ríos, campos verdes, montañas y
desiertos,
hasta que casi sin esperar él
me sorprendió.
Majestuoso, muestra lo
más simple del horizonte;
inquieto,
muestra la figura de sus olas;
voraz, muestra la espuma
desapareciendo,
como si se la chupara la
arena,
y ahí mis pies, mojándose, cuando él más desee.
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